Hiérveme a fuego lento,
con mesura y delicadeza;
con flama exacta y sin prisa.
A tiempo.
Tómame como mejor te quede,
por prescripción o por puro placer.
Presumo que puedo curarte todo,
el corazón roto, los miedos,
la ansiedad y la soledad.
Deshoja la flor,
elige los pétalos más bellos,
los más finos y de color.
Frío es para los temerosos y mal amantes;
frío es de odiosos y cobardes.
Descubre los sabores que hay en mí,
cuando por nada me tomas en tus manos
para huir del invierno,
para leer un libro,
para dormir.
Tómame despacio,
con gusto y disfrute.
Piensa en el néctar que he soltado,
siéntelo tú también.
Tómame a solas o en público,
pero hazlo de una vez;
que el agua se enfría,
las flores se marchitan y todos me miran.